Cuidados pos quirúrgicos
Es posible que el paciente sienta molestias leves tras la operación como sensación de cuerpo extraño, ojo rojo, o edema palpebral.
Se recomienda evitar movimientos bruscos con la cabeza y no realizar ejercicio físico intenso.
Debe tenerse en cuenta que la recuperación no es inmediata y que los resultados se aprecian tras varias semanas o meses.
En los casos en que se inyecta gas o aceite de silicona, la presencia de estas sustancias provoca mala visión, que va mejorando gradualmente.

Desprendimiento de retina
Es una patología ocular grave que consiste en la separación de la retina de la pared del globo ocular. Una retina desprendida deja de funcionar correctamente, lo que produce perdida de la visión.

Los síntomas iniciales de un desprendimiento de retina son: ver moscas volantes (miodesopsias) de aparición súbita, destellos y una “cortina” que va aumentando en el campo de visión del ojo afectado.

Existen algunas condiciones que pueden aumentar la posibilidad de tener un desprendimiento de retina, estas son: miopía, áreas de adelgazamiento en la retina periférica, historia familiar de desprendimiento de retina, cirugía ocular complicada previa, desprendimiento de retina previo en el ojo contralateral. En los pacientes miopes las degeneraciones retinianas periféricas típicas se pueden tratar con láser, previniendo las roturas.
Otra causa de los desprendimientos de retina son los traumatismos oculares, por eso es indispensable una valoración completa después de una contusión. Si el desprendimiento no se detecta y trata en pocos días, la perdida de la visión puede ser permanente.
Las roturas retinianas se tratan mediante fotocoagulación con láser que permite sellar la rotura. Este tratamiento no suele provocar molestias, se realiza de forma ambulatoria y previene la aparición del desprendimiento de retina.
El tratamiento del desprendimiento de retina es quirúrgico y consiste en colocar la retina en su lugar por medio de diferentes técnicas como la cirugía escleral y vitrectomia.